Carreras riceve il Premio Pavarotti d'Oro 2009 al Teatro Asioli di Correggio
Non più di una notizia Ansa per raccontarci la serata svoltasi nel Teatro Asioli di Correggio, giovedí 1 Ottobre.
Ad ogni modo mi sono giunte alcune voci.
La serata non poteva che prendere avvio con la voce dello stesso Luciano Pavarotti: nel Teatro Asioli echeggiava la sua Che Gelida Manina, sullo sfondo di un'immagine che ritraeva lo stesso tenore, ai tempi della riapertura del teatro, se non erro, nel 2002.
Durante lo spettacolo si sono esibiti giovani artisti, lasciando la premiazione di Josep solamente alla fine: Nicoletta Mantovani, vedova del maestro Pavarotti ha consegnato il Premio Pavarotti d'Oro 2009, che l'anno scorso aveva ricevuto il baritono italiano Leo Nucci, a Carreras, sullo sfondo di un'accorata ed interminabile ovazione da parte del pubblico. Sul palco anche la sorella del tenore modenese, Gabriella Pavarotti, e la figlia Cristina.
Josep ha eseguito tre brani, suppongo accompagnato dal pianista Lorenzo Bavaj e dal celebre flautista Andrea Griminelli, che spesso ha accompagnato le esibizioni di Pavarotti, ricordiamo per esempio il primo concerto dei Tre Tenori alle Terme di Caracalla a Roma, nel 1990, e non da ultimo il concerto dell'anno scorso a Petra in Giordania, nella data il cui Luciano avrebbe compiuto 73 anni. I brani sono Lejana Tierra Mía, Passione e Core 'ngrato: prima di iniziare, mi sembra Passione, Josep ha voltato le spalle al pubblico rivolgendosi verso la foto di sfondo che ritraeva l'amico, e gli ha rivolto un affettuoso, tenerissimo gesto, quasi a volergli dedicare i brani direttamente.
Una grande emozione condensata in tre brani, ma ugualmente un grandissimo successo, soprattutto da un punto di vista umano, intimo e personale.
Io purtroppo non ho potuto esserci per problemi familiari, ma so che in qualche modo, la mia solita ENHORABONA! e anche qualcosina in più, è arrivata comunque a destinazione.
Luvi, quiero comentarlo más tarde. Pero quisiera que quedara ya aquí que fue efectivamente una noche de muchas profundas emociones. Fue un momemnto muy fuerte, ver a Josep recibiendo de las manos de Nicloleta el Pavarotti de oro. Y Alicia está una nina preciosa. Creo que Luciano, allí donde esté, estará muy orgulloso de las dos! Todo el Teatro respiraba un ambiente de gran emoción en el cuadro de esa alegria de vivir que hacia parte de la filosofia de Luciano, de su postura en la vida. Cada uno de los presentes sabrá lo que le iba dentro! Y, estoy piensando, antes que nada, en Josep que vivió esos momentos con la particular aura de un mundo intimo lleno de emoción, sentimiento, todo de la mano de una Felicidad llena de sabiduría!
ReplyDeleteSigo después!
Complimenti, Josep. Il tuo amico Luciano avrà fatto un grande sorriso vedendo questo, ne sono sicura.
ReplyDeleteveces, por entre las carcajadas que se hicieron escuchar en el Teatro Asioli, la noche del 1 de octubre, alguna parecía sonar desde lo más alto. Quizás! Al final, el Teatro Asioli estaba lleno hasta la bandera y allí se daban cita personas que le tenían un gran afecto, a Luciano, entre los cuales esos Amigos Incondicionales, Amigos del Pecho, que si saben que lo necesitas, son capaces de traversar el Atlántico "solo" para llevarte el prosciuto que más te gusta.De estos Afectos Fuertes se nutria el ambiente en el Teatro. En la escena, al fondo, una foto de Luciano Pavarotti, agradeciendo los aplausos del mismo Teatro Asioli, en el 2002. Efectivamente, el Teatro había estado cerrado para reparaciones y volvió a abrir sus puertas el ano 2002, con Luciano como protagonista de la velada, y la presencia de su esposa Nicoleta, en el patio de butacas. También ahora, el 1 de octubre del 2009, fue él mismo quien abrió la velada, desde un registro suyo de "Che gelida manina" - una grabación que yo solo no considero el más impactante registro de esta aria porque hay un otro Tenor, el mès gran, para mí, de su nombre Josep Carreras, que también la registró. Y fue así como la primera ovación de la noche, y tan cálida, se la llevó Luciano.
ReplyDeleteQue bonito ambiente, en el Teatro. Gente muy aficionada al canto lírico y dispuesta a disfrutar con cada minuto de este Arte visceral, como en su día, tan bien la definió Josep, en su día. Los demás intervenientes en la velada eran todos cantantes muy jóvenes, "bravi" todos, que han querido dar su mejor, ayudando al entusiasmo del público. Así fue transcurriendo la velada hasta que pasado el intervalo, y ya en la punta final de la segunda mitad, Andrea Griminelli volvió a la escena para interpretar una fantasía sobre temas de "Carmen". Fue como que la nota introductoria para el momento cumbre de la noche, la entrega de los premios. Todos los intervenientes recibieron su premio. Entre los que se los entregaron se contaba una de las hijas de Luciano, Cristina, y también su hermana. Hasta que, finalmente, llegó el momento tan esperado. Se anunció el premio Pavarotti de Oro al Maestro José Carreras y el Teatro explotó en la ovación de la noche. Lo más bonito de todo fue sentir como iba ese vibrante aplauso dirigido a la celebración de una Profunda Amistad, a la celebración del Afecto que unía a estos dos Hombres, amen, claro, de dirigido al Valor Inmenso de nuestro Tenor. Nuestro Tenor, que se fundió en un bonito abrazo con Nicoleta, que le entregó el premio. Nuestro Tenor, que en seguida fue abrazado por el senor Panucci, un Gran Amigo de Luciano y con su parte de responsabilidad en la instituición de este Premio Pavarotti de Oro. Nuestro Tenor, que con el rostro hablando jubilo y gratitud, agradeció la ovación que se hacia sentir con el Teatro puesto en pié. La expresión de todos los rostros en la escena lo decía a todo, empezando por la misma Nicoleta. Y, que bonito mirar el aplauso de Alicia! Luciano, desde hacia atrás, en esa foto que dominaba la escena, parecía confundirse con los demás! Que Fuerza Preciosa desprenden los Afectos Profundos!
...
... A ese punto, y como bien podría haberlo dicho Josep - ya se lo he escuchado en momentos de emoción especial - "Siga la musica!" Y, nadie mejor que él mismo para concretarlo. Esa emblemática "Lejana Tierra mía" sonó a oro, en ese ambiente de oro. Y, con Passione llegó la apoteosis. Mientras desde la mano sabia de Lorenzo Bavaj sonaban los primeros acordes, Josep nos dió la espalda a todos y miró a la cara la foto de Luciano. Alzando su brazo derecho en dirección a la foto, dejó clarisimo el Afecto con que se la estaba dedicando - un momento con mucho significado puesto que, desde el fallecimiento de Luciano, se la ha dedicado publicamente en sendas ocasiones. Y, opino yo, se la dedica desde su intimo, siempre que la canta. Volviéndose de nuevo hacia el publico, la interpretó con esa entrega de sentimiento que volvió a provocar el delírio en la sala. Cuore 'ngratto puso el broche de oro al sentido y profundo homenaje que, también cantando, le dedicó a Luciano, esa noche, en que el Pavarotti de Oro encontró su lugar de Oro, en las manos de Josep. Y, igual que con el primero, el último vibrante aplauso de sus amigos, allí en el Teatro, se lo llevó Luciano, tras un emotivo registro de "Non ti scordar di me."
ReplyDeleteA la puerta de su camarín se amontonaba la gente, para saludarlo. Al abrirse, la puerta mostró a un Josep Carreras que además de lo Bonito que es, lucía en sus labios y en su mirada una sonrisa maravillosa. Charló, hizo fotos, firmó, bromeó - "Pero los jóvenes de ahora no vienen preparados?, les espetó sonriendo a dos o tres chicos que insistentemente pedían firmas pero, no tenían bolígrafo - y protestó bromeando - "Es que tengo que irme, canto mañana, necesito la voz... - . La verdad es que se lo veía disfrutar con cada detalle de todo. Y, si bien era verdad que el día siguiente cantaba en Austria, a unos entre cuatrocientos y quinientos kilometros de Correggio, de allí se fue directo a la cena que estaba preparada para después del concierto. Una cena también ella pensada como un tributo a Luciano Pavarotti y que por eso mismo contaba con los platos favoritos del Gran Tenor Italiano.
El jubilo, el humor, las saludables carcajadas, llenaron la noche. Por todo cuanto he aprendido sobre Luciano Pavarotti, afirmo que todo fue como él mismo lo habría querido. Y también eso hizo parte del tan bonito homenaje que todo el Teatro Asioli - con una muy particular y cariñosa palabra mía para Josep - se le dedicó esa noche.
Fue un enorme privilegio para mí estar con Josep Carreras - lo más cerca posible, quiero decir - esa noche. Solo algo que me imposibilitara completamente de hacerlo me llevaría a no estar en Correggio, ese día. Le agradezco de corazón todo el mundo de emociones que me hace vivir, amén del Inmenso Afecto que le tengo. Porque todo es fuente de Felicidad.
La noche del 1 de octubre, en Correggio, se celebró a un Gran Tenor y a una Gran Persona. Que nunca perdió la capacidad de sonar, de acreditar, y de luchar por la realización de sus sueños. Que nunca se acomodó en la vida. Ese Oro, lo mejor de él mismo, si puedo expresarme así, quedó ahora en las manos de un Amigo de Oro. De un Tenor de Oro! De una Persona de Oro! Josep Carreras!
Es el corazón lo que me lleva a terminar este relato de manera parecida con el final del comentario que hice a la entrada sobre el anúncio del Pavarotti de Oro: Va por ti, Luciano! Va por ti, con todo mi profundo cariño. Va por ti, Querido Josep! Va por Ti, con todo mi Profundo Afecto! Para Tí, el Ser Humano de Oro, entre todos los Seres Humanos de Oro que puedan existir!
P.S. Sí, Luvi, quedó tu beso con Josep. Pero ninguna cosilla más, no pudo ser.
«E’ per me una grande emozione - ha detto Carreras - ricevere questo riconoscimento legato alla memoria di Luciano Pavarotti, un artista eccezionale e soprattutto un grande amico».
ReplyDeleteFueron las primeras palabras de Josep, tras recibir el Pavarotti de Oro.